LA GRAN HORA:

 LA GRAN HORA:

Es sábado, el sol  desfallece, y en su caída  a florecen sus instintos, tus instintos mis instintos, la oscuridad de la noche nos invita a dejar de ser nosotros mismo, o tal vez a ser lo que simplemente con ímpetu deseamos ser, que por un momento desconectarse de este mundo con ayuda ajena, nos permita llenar a tragos aquello que vacío esta.

La televisión nos invita a salir, nuestra mejor vestimenta, un poco de perfume, polvos van polvos vienen, el maquillaje es parte del disfraz.

Antes de la gran hora, los camiones anegan de botellas los bares, discotecas, locales etc.
Preparándolos para recibirnos, con la boca abierta y una sed maldita, la música acompaña, el ritmo se introduce en nuestro torrente sanguíneo, y nuestro cuerpo comienza a cobrar vida propia, aún estamos bien, pero no podemos, combinación fatal.

Se atiborra de gentío, hace calor, se dejan caer los suéteres y casacas, se vislumbran deformaciones en los brazos varoniles, músculos, y el escote reducido nos invita a la pista de baile.

Es estremecen nuestros cuerpos, al contacto, al rose, cada vez más cerca, cada vez más ebrios, nos inundamos de alcohol, hasta saber que aun siendo conscientes y teniendo el control, deseamos dejar de tenerlo.

Conoces a alguien, a quien no conocías, bingo,

Lo siento, tal vez te sorprendas por supuesto, eres una mujer decentes, y tu un macho que se respeta, un cazador, y absolutamente no deseabas esto, que va para nada.
Tres de las mañana, los cuarteleros se lavan el rostro saben que es la hora, los hostales  reciben mayor clientela, hacen su cutra, saben que no duraran más de una hora, no hay control.



Como en las películas ha sido una noche de alcohol sexo y música, buscabas algo y lo encontraste, te sientes mal, pero que carajos, emocionalmente no la has pillado , y si te sientes mal es somática mente, el dolor de cabeza producto del exceso de alcohol hace que te lamentes, lástima que el lamento sea efímero.

            Amamos amar.
            Y no tenemos a quien amar.
            Buscamos a quien amar.
-Donde?
            Donde están “ellos” pué.
-Quienes “ellos”?
            Ellos…
            Quienes también aman amar
            Pero no tienen a quien amar
            Y también buscan a quien amar.

Es el mecanismo que nos predispone al amor, todos deseamos amar y ser amados, solo permítete decirte, y yo? donde estoy buscando?.


Comentarios